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Hoy no os quiero hablar de ninguna visita, o sí, según se mire, sensaciones…

Es muy difícil estar aquí, sentimientos encontrados, pasiones q se agarran a tu estomago, el corazón q te da un vuelco y la cabeza, ahí!! la cabeza!!… como hacer la digestión de todas estas imágenes, de estas personas q te encuentras por el camino y te agarran de la mano, te llevan a nuevos mundos, a nuevos universos, desconocidos por ti y q sin embargo te habitaban ya desde hace largo tiempo, ya existían las raíces, solo q el frío invierno de la conformidad y el conformismo las tenía heladas y agazapadas esperando una primavera para florecer, para saludar al sol y decirle buenos días amigo, por fin salimos al exterior.

Hoy me gustaría hablaros de dos de mis compañeros, especiales, como cada uno de ellos. Aquí cada uno aporta una lección magistral a los demás, una clase de humildad y un saber escondido q solo se puede aprender viviendo la vida, en la universidad de la calle y bajo la tutela de un corazón caliente.

Esther, es una chica inabarcable, cada día nos enseña más a través de esa mirada comprometida con las injusticias, está haciendo un proyecto sobre el papel de la mujer en Nicaragua y gracias a su visión, gracias a su sensibilidad nos esta transmitiendo todas esas cosillas q están ahí, q nos queman, esas preguntas sin respuestas q nos hacen mas pobre de espíritu y nunca nos habíamos parado a pensar. Q aceptábamos cegados con ojos de barro y mirando hacía otro lado, gracias a ella me he dado cuenta de cuanto nos falta por hacer, de cuantos muros hemos creado, cuantas trampas hemos escondido y q hoy nos atrapan, nos agarran y no nos dejan movernos, pero siempre podemos romper los cordeles q nos atan; hoy visitamos aun hombre q estaba atrapado en el círculo de la pobreza del cual a veces no se puede salir con su propio trabajo, nos hablaba orgulloso de su mujer, q trabajando traía la plata a casa y como él cuidaba a sus hijos, no deja de admirarme y sorprenderme esos pequeños mundos a los cuales nos asomamos cada día, esas pequeñas lecciones de vida q se nos abren a cada paso, este es un país en el q todo es una lucha constante. Pero en el q florecen flores comprometidas, como Colina, q te atrapa con su manera de enfrentar a la vida, con su música vital, q canta una canción de amor universal, salpicado por su integridad y sus ideales: un mundo mas justo y mas cercano a las personas.
Aquí las mujeres tienen q sumar a su lucha diaria por la supervivencia cotidiana una lucha mas, la lucha por hacerse visibles, tienen q ganar cada día la batalla a las injusticias incomprensibles y q mas incomprensible q tener q demostrar cada día q ellas también son iguales, q existen.

Después tenemos a otro pilar fundamental involucrado con la sanidad: Fran, a veces, de mirada triste ante la realidad q se nos presenta y antoja demasiado extraña, como comprender q solo mujeres embarazadas y niños tengan acceso a q las visite un médico, él dejo su maletín y un poquito de sí en esa comunidad campesina en la cual las enfermedades eran una sentencia incomprensible, un sinsentido tan absurdo q ofendía a la dignidad humana; es difícil aceptar ciertas cosas y mas cuando venimos de un mundo de excesos donde hemos perdido el norte, y el valor de las cosas es irrisorio, como comprender q alguien pasa hambre cuando yo elijo la comida, el donde y el cuando, imposible entender q los niños lleguen a la escuela sin desayunar con la esperanza de q la merienda q les da el Estado acalle sus estómagos vacíos, hablando con Fran me explicaba q de nada sirve tener un médico cuando no puedes tener medicinas, hay problemas estructurales, pero las comunidades no cejan en su empeño de mejorar, no desisten ante las inclemencias del día a día y como en Cantagallo piden un médico, en León mas medios y en Las peñitas un centro de salud para atenderles… ante la dura realidad la fuerza arrolladora de la verdad y la justicia.